Introducción y objetivos

El tema está dedicado a realizar un abordaje a los principales aspectos psicosociales de relevancia e influencia en la salud desde el análisis de la respuesta de estrés. Para ello se desarrollan dos apartados, el primero de ellos aborda las principales conceptualizaciones del constructo estrés y describe los modelos explicativos dentro de cada uno de ellos (el síndrome general de adaptación y el modelo procesual de estrés, fundamentalmente) que permiten profundizar en el conocimiento de la respuesta de estrés y los diferentes factores psicosociales, mediadores y moduladores, que pueden ser relevantes considerar en problemáticas relacionadas con el estrés.

Un segundo apartado describe de forma general algunas de las repercusiones del estrés en el estado de salud, describe brevemente la relevancia de este en relación a las conductas de salud y muestra los principales datos sobre incidencia de la problemática de estrés y sus manifestaciones en España.

Atendiendo a los contenidos, se pretenden conseguir los siguientes objetivos:

  • Aumentar y afianzar el conocimiento del constructo estrés en relación a su conceptualización y relevancia para la salud.
  • Analizar los componentes psicosociales más relevantes implicados en la respuesta de estrés para que el profesional pueda integrarlos en el abordaje de esta problemática de salud.
  • Afianzar y actualizar el conocimiento sobre la relevancia e impacto de la problemática del estrés en la salud.

Factores de relevancia en el estado de salud: el proceso de estrés

En relación al estrés y su aplicación en el campo de la salud es de especial importancia el concepto de equilibrio en el medio corporal para el mantenimiento de una vida saludable, así como el término de homeostasis (propuesto por Cannon, 1932) para hacer referencia a la vuelta del organismo a su equilibrio fisiológico después de haberse alterado por las demandas del medio Cannon, 1932; Nieto, Abad y Albert, 2015).

En cuanto a la conceptualización que se ha hecho del constructo estrés, existen diversas aproximaciones teóricas que han estudiado el estrés en diferentes términos y han posibilitado el entendimiento de este en base a diferentes términos o conceptualizaciones, pudiendo destacarse (Lazarus y Folkman, 1984; Nieto, Abad y Albert, 2015; Rodríguez y Frías, 2005, Selye, 1956):

  • Estrés como estímulo: entiende el estrés como un estímulo externo, un estímulo ambiental o situaciones con unas características concretas (demandantes para la persona) que lleva a perturbar el funcionamiento del organismo. Dentro de esta conceptualización estimular de estrés se sitúa el enfoque de los sucesos vitales de Holmes (Nieto, Abad y Albert, 2015).
  • Estrés como respuesta: considera al estrés como una respuesta genérica e indiferenciada del organismo (que incluiría diversas manifestaciones de tipo fisiológico y emocional) ante las diferentes demandas del medio. En esta perspectiva puede destacarse la propuesta del del síndrome general de adaptación (en adelante SGA) (Selye, 1956). La propuesta de Selye supone una primera definición operativa de estrés, ya que considera la presencia de un estresor (estímulos nocivos o demanda psicológica, emocional, cognitiva) que evoca el SGA (como respuesta de estrés).
  • El SGA desarrolla y describe la respuesta del organismo (que es generalizada o global de todo el organismo, e inespecífica o para cualquier situación según Selye) que se produce como consecuencia de la presencia de un estresor (durante un periodo de tiempo más o menos sostenido) en tres fases diferentes (Nieto, Abad y Albert, 2015). Una representación gráfica de las mismas se recoge en la siguiente figura.

Factores de relevancia en el estado de salud: el proceso de estrés (II)

Figura 1. Fases que componen el Síndrome General de Adaptación (SGA).
Fuente: https://www.cinfasalud.com/wp-content/uploads/2017/09/Dossier-Estudio-CinfaSalud-Estres_27sept17.pdf

    De forma general, las características de estas tres fases del SGA de respuesta al estrés serían (Nieto, Abad y Albert, 2015; Rodríguez y Frías, 2005; Selye, 1956):

  • Fase o reacción de alarma: sería una fase de activación-reacción aguda al estrés, se produciría la conducta de lucha-huida, y un intento de reajuste homeostático del organismo (ejemplo, se produciría activación simpática, inicio de liberación de cortisol, adrenalina, liberación de glucagón para aumentar niveles de glucosa, ansiedad, emociones positivas y negativas, etc.).

Factores de relevancia en el estado de salud: el proceso de estrés (III)

  • Fase o etapa de resistencia: se continuaría con una activación elevada para que el organismo consiga adaptarse al estresor, (a modo de ejemplo, se producirían cambios como: liberación sostenida de glucocorticoides para la preparación ante estrés, manifestación de emociones negativas, etc.).
  • Fase o etapa de agotamiento: si no se elimina el estresor en la fase de resistencia, se produciría un agotamiento de los recursos de activación y adaptación de los que dispone el organismo (por un elevado tiempo de exposición y activación). A modo de ejemplo, por los efectos continuados de los glucocorticoides se produce afectación del metabolismo de lípidos y glucosa, se produce supresión de actividad el sistema inmune y aumento de la irritación gástrica, agotamiento físico-enfermedad, agotamiento psicológico, depresión y emociones negativas, etc.)

Factores de relevancia en el estado de salud: el proceso de estrés (IV)

    En la propuesta del SGA, cuando el estresor que provoca la respuesta característica de dicho síndrome no se resuelve, y el organismo mantiene activos sus mecanismos y recursos de adaptación, se llegarían a la fase de agotamiento donde se pueden generar los problemas de salud (Nieto, Abad y Albert, 2015; Rodríguez y Frías, 2005).

Factores de relevancia en el estado de salud: el proceso de estrés (V)

    Las conceptualizaciones y modelos centrados en el estrés como estímulo y respuesta han permitido mejorar la comprensión del constructo, pero ha de tenerse en cuenta que ante situaciones estresantes existe una gran variabilidad individual en la sintomatología mostrada, siendo importante considerar otros factores que pudieran estar afectando o mediando entre estímulos y respuestas de estrés (Nieto, Abad y Albert, 2015; Rodríguez y Frías, 2005).

  • Estrés como transacción o mediación cognitiva: Esta conceptualización haría referencia a la importancia que tienen los factores o variables mediadoras (fundamentalmente psicosociales) entre los estímulos estresantes y la respuesta de estrés. Los autores Lazarus y Folkman (1984) proponen una definición donde un aspecto central son las variables individuales, el estrés sería un esfuerzo comportamental (cognitivo y conductual) que implica constancia y cambio para manejar diferentes tipos de demandas (externas-internas) que se perciben y evalúan como amenazantes, ya que exceden los recursos del individuo.
  • Dentro de esta perspectiva puede destacarse el modelo procesual del estrés (Belloch, Sandín y Ramos, 2008; Sandín, 1999), en el mismo se evidencia la relevancia que tienen en el entendimiento del estrés diferentes procesos que se relacionan entre sí para explicar la respuesta que se produce ante los estímulos demandantes que llevan a una determinada respuesta de estrés y estado de salud. Incluyendo dos procesos mediadores (evaluación cognitiva y afrontamiento) y dos moduladores de las diferentes fases (características personales y sociales).

    En siguiente figura se presentan esquemáticamente los diferentes procesos psicosociales y de respuesta que incluye el modelo procesual de estrés (donde pueden encontrarse:

Factores de relevancia en el estado de salud: el proceso de estrés (VI)

Figura 2. Modelo Procesual de Estrés.
Fuente: adaptado de Belloch, Sandín y Ramos, (2008); Sandín (1999).

Una descripción de los procesos fundamentales (integrando en la misma información de recogida de diferentes autores Buendía, 1999; Nieto Abad y Albert, 2015; Rodríguez y Frías, 2005) del modelo recogido anterior figura se presenta a continuación (Belloch et al., 2008; Sandín, 1999):

  • Demandas psicosociales: las mismas harían referencia a diferentes agentes (estresores o demandas psicosociales) que pueden causar estrés. Dentro de estas demandas podrían incluirse los denominados sucesos vitales (experiencias que afectan la actividad habitual requiriendo cambios) siendo de diferentes tipos: sucesos vitales mayores (muerte de un familiar, separación, matrimonio, jubilación, etc.), sucesos menores o estrés diario (sucesos de menor impacto, pero más frecuentes, como aglomeraciones, ruido, contaminación ambiental, etc.) y el estrés crónico (estresores psicosociales de inicio gradual, de larga duración, con final problemático-impredecible, por ejemplo, situaciones de soledad, problemáticas laborales, etc.). En el primer recurso del apartado de A fondo puede consultarse un trabajo sobre aspectos básicos del estrés psicosocial.

Factores de relevancia en el estado de salud: el proceso de estrés (VII)

  • Evaluación cognitiva: la valoración o mediación cognitiva es un aspecto de importancia primordial sobre la consideración que hace la persona de un evento, de lo que depende que afecte al estado de salud (ya que evalúa si tiene recursos para hacerle frente). Se realizan dos tipos de evaluación:
    • Evaluación primaria: consistente en una valoración personal de la situación o riesgo de esta, pudiendo ser irrelevante, positiva o estresante, que implica en este último caso la percepción de amenaza, daño-perdida o desafío (en este caso se valora que existen habilidades para el afrontamiento).
    • Evaluación secundaria: sería la valoración de los recursos de los que se dispone para afrontar la situación, e implicaría la búsqueda de opciones de afrontamiento y la valoración de las posibilidades de éxito de las mismas. En esta evaluación sería de relevancia el control percibido (aunque no se tenga realmente el control de la situación) que reduce la experiencia subjetiva de estrés. Los recursos que se valoran incluirían aspectos como las propias estrategias de afrontamiento, el apoyo social, los recursos y apoyos materiales, etc.

Factores de relevancia en el estado de salud: el proceso de estrés (VIII)

  • Respuesta de estrés: en este proceso se hace referencia a las respuestas de tipo fisiológico y psicológico que se generaría ante una situación valorada como estresante e incluiría las diferentes respuestas específicas de tipo fisiológico (como la activación del sistema nervioso y endocrino que generarían respuestas a nivel cardiaco, metabólico, digestivo, etc.) y emocional, que sería la principal respuesta psicológica al estrés (aunque no la única, existiendo también respuestas cognitivas y conductuales) que incluiría sensaciones subjetivas de malestar (en respuestas de ansiedad, miedo, depresión, ira, etc.) o activación y experiencias emocionales adaptativas (relacionado con el término «eustrés»). En este sentido es relevante diferenciar entre ansiedad y estrés, de forma general la ansiedad hace referencia a la anticipación de una situación amenazante (que puede ser más o menos probable) y el concepto de estrés a la respuesta que se produce ante una situación demandante. En este caso la interpretación de amenaza ante la situación demandante generaría la respuesta de ansiedad.
  • Estrategias de afrontamiento: este proceso estaría referido a los esfuerzos que realiza la persona a nivel cognitivo y comportamental para hacer frente a las demandas de la situación estresante o a la manifestaciones o malestar de tipo emocional que se produce en la respuesta de estrés. Estas estrategias son relevantes como procesos de mediación entre las circunstancias de estrés, sus consecuencias y la salud. Se pueden destacar diferentes dimensiones en el afrontamiento, por una parte un afrontamiento centrado en el problema para actuar sobre la fuente de estrés (incluiría estrategias como la confrontación, planificación se soluciones a la problemática), un afrontamiento centrado en la respuesta emocional que produce el estrés (como el uso del distanciamiento, autocontrol, aceptación, reevaluación positiva, huida-evitación) o un afrontamiento combinado (que incluiría como estrategia la búsqueda de apoyo social).

Factores de relevancia en el estado de salud: el proceso de estrés (IX)

  • Características personales: las mismas harían referencia a variables relativamente estables de predisposición personal que influyen en las reacciones ante situaciones de estrés. Estas variables, junto a las mediadoras, podrían ser responsables de la variabilidad y diferencia individual en la respuesta a estrés. Algunos ejemplos de estas variables pueden ser:
    • La personalidad resistente o dureza, se caracteriza por una tendencia personal al compromiso consigo misma, sensación de control interno, visión de los reajustes necesarios, y percepción de las situaciones estresantes como oportunidades de desarrollo. En el segundo recurso del apartado de A fondo puede consultarse un artículo que revisa el constructo de personalidad resistente y su efecto modulador sobre el estrés.
    • La alexitimia (que afecta a la experiencia y expresión emocional) y el optimismo (en este caso las expectativas positivas aumentan el esfuerzo de las personas por superar las dificultades y alcanzar sus metas).
    • El patrón de conducta tipo A (que incluye un comportamiento competitivo, alto nivel de alerta e hipervigilancia, creencias y actitudes negativas sobre los demás, etc.) y el neuroticismo (un elevado nivel de inestabilidad emocional lleva a valorar las situaciones estresantes como más amenazantes mostrando y mostrar un mayor grado de respuesta fisiológicas y emocionales), entre otros.

Factores de relevancia en el estado de salud: el proceso de estrés (X)

  • Características sociales: este proceso haría referencia fundamental al papel modulador que juegan fundamentalmente el apoyo social, el nivel socioeconómico y las redes sociales. El apoyo social es el principal recurso de tipo social para el afrontamiento de situaciones estresantes y el mismo incluye de forma general: ser aportado-recibido, disponibilidad en cuanto al nivel de cantidad-calidad y el contenido de este que puede ser de tipo emocional (expresiones de afecto a la persona, empatía), informativo (se ofrece información relevante para poder usarla en relación al problema) o instrumental (ayuda instrumental o material directa a la persona). En relación a este aspecto, la familia es el grupo de apoyo más importante con el que pueden contar las personas (con frecuencia se evidencia mejor estado de salud en personas pertenecientes a familias funcionales por los recursos materiales y emocionales que pueden obtenerse) (Alonso, Menéndez, González, 2013).
  • Estado de salud: por último, este aspecto sería el resultado último del proceso de estrés, y que es dependiente de las manifestaciones que se desarrollan en las fases previamente descritas y recoge consecuencias a nivel médico-fisiológico y psicológico (por ejemplo, enfermedad física, problemáticas psicopatológicas, depresión, mejor rendimiento en situaciones demandantes, estabilidad emocional, etc.).

Estrés y salud

Los diferentes modelos comentados y abordados en el apartado anterior permiten realizar una aproximación al entendimiento de la influencia del estrés en la salud (Belloch, Sandín y Ramos, 2008; Nieto, Abad y Albert, 2015; Rodríguez y Frías, 2005). En la literatura científica pueden encontrarse trabajos que examinan el impacto de las situaciones y respuestas de estrés en diferentes problemáticas y comportamientos concretos. A modo de ejemplo, puede hacerse referencia a trabajos que:

  • Analizan el impacto que tiene en el sistema y respuesta inmune en los acontecimientos vitales y sucesos menores: encontrándose que personas que se enfrentan a situaciones estresantes de intensidad moderada-alta y estresores agudos presentan (entre otros aspectos examinados) menor actividad y porcentaje de células natural killer, menor proliferación de linfocitos, mayor nivel de infecciones, etc. (Jaremka, Lindgren y Kiecolt-Glaser, 2013; Kiecolt-Glaser, 2018; Nieto, Abad y Albert, 2015).
  • Examinan la conducta de enfermedad en situaciones de estrés: donde se observa que personas en situaciones estresantes usan más frecuentemente los servicios de salud y manifiestan un mayor número de quejas somáticas (Barra, 2003; Barsky, Orav y Bates, 2006).
  • Estudian los efectos de los estados emocionales negativos asociados a estrés, encontrando que personas con estados de ánimo negativo se involucran en menor medida en conductas de cuidado de la salud (como la adherencia terapéutica) y presentan un aumento de conductas de riesgo para la misma (como consumo de tabaco, alcohol, etc.) (Cooper, Frone, Russell y Mudar, 1995; Windle y Windle, 2001).

Estrés y salud (II)

En relación a las conductas de salud (entendida como esfuerzos por reducir conductas patógenas o perjudiciales y fomentar la práctica de comportamientos protectores de la salud) indicadas en el párrafo anterior, podemos indicar que se caracterizan por ser inestables, ya que su permanencia en el repertorio conductual es breve, y autónomas o hay relación entre presentar una conducta de salud y mostrar otra (León, Medina y Barriga, 2004). En este sentido la especificidad situacional y la influencia de factores que controlan, modulan y moderan el comportamiento (personalidad, afrontamiento, apoyo social, etc) (León, Medina y Barriga, 2004) hacen que las mismas puedan verse afectadas por los cambios que el estrés puede generar, afectando así al estado de salud.

Por otra parte, existen otros modelos que explican cómo influye el estrés en la manifestación de la enfermedad. Uno de los más relevantes es el modelo de diátesis o vulnerabilidad-estrés (Zubin y Spring, 1977; Zubin y Steinhauer, 1981), en el mismo la enfermedad (o problemática psicopatológica, donde ha sido ampliamente aplicado) es el resultado de la combinación de dos variables, la vulnerabilidad de la persona y el estrés. Una representación de los componentes del modelo y su interacción se presenta en la siguiente figura.

Estrés y salud (III)

Figura 3. modelo de diátesis-estrés o vulnerabilidad-estrés.
Fuente: adaptado de Zubin y Spring, 1977; Zubin y Steinhauer, 1981.

Estrés y salud (IV)

Una descripción general de los principales componentes del Modelo de Vulnerabilidad-Estrés sería la siguiente (Rodríguez y Frías, 2005; Zubin y Spring, 1977; Zubin y Steinhauer, 1981):

  • La vulnerabilidad o diátesis, como un factor más personal y relativamente estable, haría referencia al grado en que la persona es susceptible de verse afectada y de desarrollar una problemática de salud (enfermedad o psicopatología) ante diferentes niveles o situaciones de estrés. Dentro de este factor podrían incluirse variables genéticas, fisiológicas, funcionamiento neurocognitivo, características de personalidad, etc. (por ejemplo, disminución funcional prefrontal, alteraciones en los sistemas de neurotransmisión, síntomas psicóticos subclínicos, déficits atencionales, nivel de neuroticismo, etc.).
  • El estrés, haría referencia a las diferentes condiciones situacionales, ambientales, etc. que implican un nivel de exigencia, demanda, etc., superior al que es habitual para la persona. Por ejemplo, un cambio de domicilio, interacción familiar disfuncional, acoso escolar, despido, matrimonio, separación o divorcio, cambios en hábitos de vida, dificultades económicas, etc.

En relación a esta propuesta, puede verse que habría personas más vulnerables que
otras a desarrollar problemáticas de salud ante diferentes situaciones de estrés. Así, personas altamente vulnerables podrían experimentar problemáticas de salud ante situaciones de bajo estrés, mientras que en otras solamente ocurriría si el evento es altamente estresante (como se recoge en la figura 3, Zubin y Spring, 1977; Zubin y Steinhauer, 1981).

En España, el estrés es una problemática de relevancia, así el VII estudio sobre percepción y hábitos en relación al estrés mostró una incidencia elevada del mismo (de los más de 3000 participantes, el 96 % informó haber sentido estrés en el último año y un 42.1 % informó haberlo hecho de manera continuada) (CinfaSalud – Sociedad Española Ansiedad y Estrés, 2017).

Estrés y salud (V)

En relación a la salud, los síntomas más frecuentes de quienes sufren estrés son irritabilidad, ansiedad e insomnio, y quienes sufren estrés de forma crónica refieren que este le ha ocasionado principalmente alguna enfermedad física o problema emocional, problemas de concentración y rendimiento y perdida de relación con amigos (CinfaSalud – Sociedad Española Ansiedad y Estrés, 2017). La siguiente figura recoge los principales resultados del estudio en cuanto a síntomas y consecuencias.

Figura 4. Resultados en relación a síntomas y consecuencias del VII estudio sobre el estrés.
Fuente: https://www.cinfasalud.com/wp-content/uploads/2017/09/Dossier-Estudio-CinfaSalud-Estres_27sept17.pdf

Estrés y salud (VI)

En el estudio se muestran las principales causas (entre las que destacan el exceso de actividades y falta de tiempo, problemas de cansancio y problemas laborales), siendo en el ámbito laboral el estrés principalmente provocado por sobrecarga de trabajo, las relaciones con jefes y compañeros y no estar a la altura de las expectativas (CinfaSalud – Sociedad Española Ansiedad y Estrés, 2017).

Referencias bibliográficas

Alonso, A., Menéndez, M. y González, L. (2013).  Apoyo social: Mecanismos y modelos de influencia sobre la enfermedad crónica. Cuadernos de Atención Primaria, 19, 118-123

Belloch, A., Sandín, B. y Ramos, F. (2008). Manual de psicopatología. Madrid: McGraw Hill.

Barsky, A. J., Orav, E. J. y Bates, D. W. (2006). Distinctive patterns of medical care utilization in patients who somatize. Medical Care, 44(9), 803-811.

Barra, E. (2003). Influencias del estado emocional en la salud física. Terapia Psicológica, 21(1), 55-60.

Buendía, J. (1999). Familia y psicología de la salud. Madrid: Editorial Pirámide.

Cannon, W. (1932). The wisdom of the body. Nueva York: Norton

CinfaSalud – Sociedad Española Ansiedad y Estrés (2017). VII Estudio CinfaSalud: percepción y hábitos de la población española en torna al estrés 2017. Recuperado de: https://www.cinfasalud.com/wp-content/uploads/2017/09/Dossier-Estudio-CinfaSalud-Estres_27sept17.pdf

Cooper, M., Frone, M., Russell, M. y Mudar, P. (1995). Drinking to regulate positive and negative emotions: A motivational model of alcohol use. Journal of Personality and Social Psychology, 69, 990-1005.

Referencias bibliográficas (II)

Jaremka, L. M., Lindgren, M. E., Kiecolt-Glaser, J. K. (2013). Synergistic relationships among stress, depression, and troubled relationships: insights from psychoneuroimmunology. Depression and Anxiety, 30(4), 288-296.

Kiecolt-Glaser, J. K. (2018). Marriage, divorce, and the immune system. American Psychologist, 73(9), 1098-1108.

Lazarus, R. S. y Folkman, S. (1984). Stress, appraisal, and coping. Nueva York: Springer Publishing.

León, R. J. M., Medina, A. S. y Barriga, J. S. (2004). Psicología de la salud y de la calidad de vida. Barcelona: Editorial UOC.

Nieto, J., Abad, M. A. y Albert, M. E. (2015). Psicología para ciencias de la salud: estudio del comportamiento humano ante la enfermedad. Madrid: McGraw-Hill.

Rodríguez, M. L. y Frías, L. (2005). Algunos factores psicológicos y su papel en la enfermedad: una revisión. Psicología y Salud, 15(2), 169-185.

Sandín B. (1999). Estrés psicosocial. Madrid: Editorial Klinik.

Selye, H. (1956). The stress of life. New York: McGraw-Hill.

Referencias bibliográficas (III)

Windle, M. y Windle, R. (2001). Depressive symptoms and cigarette smoking among middle adolescents: Prospective associations and intrapersonal and interpersonal influences. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 69, 215-226.

Zubin, J. y Spring, B. (1977). Vulnerability: A new view of schizophrenia. Journal of Abnormal Psychology, 86,103-126.

Zubin, J. y Steinhauer, S. R. (1981). How to break the logjam in schizophrenia: A look beyond geneties. Journal of Nervous Diseases, 169, 477-492.